La batalla por ser el hombre más rico del mundo había estado en curso durante décadas, y había llegado a un punto de inflexión. Elon Musk y Jeff Bezos, dos de los hombres más poderosos y ambiciosos del planeta, se encontraban en una lucha titánica por alcanzar el trono de la riqueza absoluta.

Elon Musk, fundador de SpaceX y Tesla, había estado trabajando en secreto en su último proyecto ambicioso: colonizar Marte. Con su visión apocalíptica de un futuro en el que la Tierra se volviera inhabitable, Musk había puesto todos sus esfuerzos en crear una colonia en el planeta rojo. Pero no estaba dispuesto a hacerlo solo.

Jeff Bezos, fundador de Amazon y Blue Origin, también tenía sus propias ambiciones espaciales. Después de haber establecido su imperio en la Tierra, Bezos quería expandirse al espacio y convertirse en el dueño del comercio interestelar. Y no estaba dispuesto a dejar que Musk se le adelantara.

Así que comenzó la guerra. Musk y Bezos se enfrentaron en una batalla épica por ser el primero en establecer una colonia en Marte. Ambos hombres invertieron todo lo que tenían en sus respectivos proyectos, y la competencia se intensificó cada vez más a medida que se acercaban al planeta rojo.

La tensión llegó a su punto máximo cuando ambas compañías lanzaron sus naves espaciales al mismo tiempo, con la intención de ser las primeras en aterrizar en el suelo marciano. Los dos equipos trabajaron frenéticamente para completar sus misiones, y el mundo entero se detuvo a mirar mientras se acercaban al final de la carrera.

Pero solo uno podía ganar. Y cuando la nave de Musk aterrizó con éxito en el suelo de Marte, la multitud estalló en vítores. Bezos, sin embargo, no se rindió. Aunque su nave no había logrado completar su misión, decidió no rendirse y seguir adelante con sus planes de colonización.

Musk, sin embargo, no estaba dispuesto a permitir que Bezos se le adelantara. Así que comenzó a trabajar en su próximo gran proyecto: una flota de naves espaciales con destino a otros planetas del sistema solar. Bezos, por su parte, también comenzó a trabajar en su propia flota de naves, decidido a no dejar que Musk se le adelantara.

La batalla por ser el hombre más rico del mundo continua hoy en día.